Prueba del Volkswagen T-Roc R: más compacto deportivo que SUV

Prueba del Volkswagen T-Roc R

Conducimos el Volkswagen T-Roc R, un SUV compacto con alma de deportivo que ofrece todo lo que se espera para un todocamino entre diario, con la dosis de diversión perfecta para disfrutar el fin de semana.

¿Puede un SUV tener el comportamiento de un compacto deportivo? El Volkswagen T-Roc R de esta prueba intenta demostrar que sí, al sumar al todocamino de la marca de Wolfsburgo el tratamiento de los coches más prestacionales de la misma. Los coches con el apellido ‘R’ siempre prometen grandes emociones y este caso no busca ser la excepción.

Volkswagen ofrece estas variantes para los que buscan las mejores prestaciones, aunque todo depende del coche del que se parta. Por supuesto, el Golf R es el mejor representante de esta gama deportiva, mientras que un Touareg R sorprende, pero no es tan dinámico por razones obvias. El Volkswagen T-Roc, por su parte, se ve muy beneficiado por esta configuración.

Como es habitual entre estos modelos prestacionales, el diseño del T-Roc R se caracteriza por una serie de detalles que aportan un estilo más agresivo al conjunto, pero sin caer en cambios radicales. Por ejemplo, destaca la nueva parrilla, los detalles en negro repartidos por el exterior o los paragolpes.

Junto a esto, mi unidad de pruebas cuenta con algunas opciones interesantes. Por ejemplo, está pintada en color Azul R metalizado con el techo en negro (1.285 euros) y no monta las llantas Jerez de 18” de serie, sino unas Pretoria negras de 19” (830 euros). Además, detrás asoman las salidas del sistema de escape de titanio Akrapovic, disponible por 4.070 euros.

 

Por otra parte, el interior del Volkswagen T-Roc R es similar al del resto de la gama en elementos como su cuadro de instrumentos Digital Cockpit Pro y la pantalla central, aún con ruletas físicas y de funcionamiento razonablemente cómodo. Además, incluso puede mostrar monitores de potencia, la presión del turbo y las fuerzas G. 

Ahora bien, por supuesto, también hay rasgos deportivos propios de esta versión en el habitáculo. Se presentan toques en azul en elementos como las costuras, así como el volante aparece perforado y con la insignia ‘R’ en la zona inferior. Es cómodo, pero mantiene los criticados botones hápticos. Finalmente, los asientos delanteros deportivos son cómodos y agarran bastante bien.

300 CV y tracción total

Por supuesto, lo más importante en un coche como este es su mecánica. El motor del T-Roc R es un 2.0 TSI de gasolina con cuatro cilindros, 300 CV y 400 Nm de par. Se acompaña de un cambio automático DSG de siete velocidades y envía la potencia a los dos ejes gracias al sistema 4MOTION.

Con esto, sobre el papel este SUV compacto deportivo es capaz de firmar un paso de 0 a 100 km/h en apenas 4,9 segundos, con una velocidad máxima de 250 km/h. Nada mal si nos centramos en los números y, en lo referido a las sensaciones, tampoco decepciona.

¿Cómo se conduce el T-Roc R?

Prueba del Volkswagen T-Roc R

Conducir el Volkswagen T-Roc R a un ritmo relajado y en entorno urbano es muy similar a lo que sientes al viajar en una versión no deportiva de este modelo. También es así en carretera, siempre que no tengas el modo ‘R’ activado, el cual abre las válvulas del escape y hace que el sonido del motor también se haga notar más de la cuenta.

Por supuesto, esta configuración es la mejor cuando te encuentras en alguna carretera de curvas, ya que incluso mejora la respuesta del cambio. No funciona mal en automático en el modo Confort o Normal de conducción, pero a veces puede dudar o no ser del todo inmediato. También puedes operarlo tú, claro, mediante la propia palanca o con las levas del volante.

En realidad, yo recomendaría la segunda opción, que es mucho más rápida en la respuesta que la palanca. Así, es posible exprimir mejor las capacidades de este SUV compacto, que en esta variante prestacional es capaz de comportarse como un auténtico compacto deportivo.

Prueba del Volkswagen T-Roc R

Sus 300 CV empujan de maravilla y la dirección es rápida y precisa, lo que ayuda a colocar el coche con facilidad en las curvas. Solo tienes que llegar con decisión, reducir manualmente (lo que te regalará unos petardazos adictivos del escape Akrapovic) y dejar que la dirección y el sistema de tracción total te ayuden para girar con rapidez y estabilidad. Fácil y muy divertido.

Así, un ritmo alegre, el T-Roc R es más ágil de lo que podría esperarse, mientras que sus frenos ofrecen una respuesta eficaz que ayuda a sentir más seguridad en esta conducción. De hecho, apenas hay quejas en el comportamiento deportivo, aunque al pasar por zonas bacheadas o curvas a más velocidad podría ser más estable.

Esto último es un efecto secundario del centro de gravedad elevado y no es algo que vayas a notar, por ejemplo, en un Golf R. Una suspensión más firme podría ser de ayuda para ofrecer más estabilidad, pero en este caso se ofrece un buen equilibrio entre el dinamismo y la comodidad de un coche de diario.

Prueba del Volkswagen T-Roc R

Fuera de la conducción enérgica, el Volkswagen T-Roc más deportivo es suave y dócil, con una buena comodidad a bordo que te hará olvidarte que estás al volante de la versión más prestacional. Puedes recordarlo al ver los consumos de 8,5 y 9 litros a los 100 km, aunque modos como el Eco, que activan el punto muerto cuando no aceleras en carretera, buscan reducir estos valores.

De esta forma, si bien esta configuración puede no ser la versión más adecuada para el cometido de un coche de diario más, sí combina las capacidades para rendir en el día a día con un rendimiento que no te aburrirá jamás. En el grupo de SUV compactos deportivos que puedes comprar, es uno de los integrantes más fuertes, sin duda.

Precio y rivales

El precio del Volkswagen T-Roc R arranca en 58.935 euros en estos momentos, si bien una unidad como la probada puede ascender a unos 67.785 euros por el equipamiento opcional. ¿Hay otras opciones? Entre sus rivales puedes encontrar varios con potencias similares y por precios en la misma línea… En casi todos los casos.

Por ejemplo, el Audi SQ2 de 300 CV se encuentra por 58.585 euros, así como el Mini Countryman John Cooper Works ALL4 de la misma potencia parte de 59.600 euros. Ahora bien, modelos como el BMW X2 M35i xDrive de la misma potencia sube notablemente de precio: 72.000 euros.

Nuestro veredicto

8.5