Prueba del Cupra Born VZ: la deportividad eléctrica en su máximo esplendor

¿Se parecerán los compactos deportivos del futuro a este Born VZ? Más potentes gracias a un motor con más CV, un chasis muy afinado y una limitación por el peso

El protagonista de esta prueba es el Cupra Born VZ y, sí, lo has adivinado: se trata de la variante más potente del eléctrico deportivo. 

En Cupra todos los modelos que llevan el apellido VZ son los tope de gama, al menos en cuanto a potencia y prestaciones. Su origen está en la palabra “Veloz” y puede que su principal argumento sea su 0 a 100 de 5,7 segundos más que su velocidad punta limitada a 200 km/h.

Pero para acelerar tanto, un modelo necesita un motor adecuado... y en el caso de los eléctricos, de una batería que al menos te permita volver a casa después de haber disfrutado de tu tramo favorito.

El Cupra Born VZ tiene un motor en el eje trasero que ofrece 326 CV (forma el nuevo conjunto denominado AP550 junto con el inversor). Particularmente, me gusta la idea de que se ha logrado más potencia “apretando” un motor y no añadiendo otro en el eje delantero.

Este modelo sigue siendo de propulsión, lo que se nota a hora de traccionar al pisar a fondo entre curvas, pero también cuando hay que callejear en ciudad buscando un punto de carga.

En cuanto a la batería, en Cupra han utilizado una con celdas ligeramente distintas que le permite ganar 2 kWh y pasa de 77 a 79. Sobre el papel no es un aumento como para llorar de la emoción, pero en total ofrece 570 km de alcance según WLTP y puede cargar hasta 170 kW en corriente continua y a 11 kW en alterna. 

Antes de iniciar la prueba, déjame que te cuente las mejoras que tiene el Born VZ: las hay y van más allá de meterle caballos porque se han centrado en la dinámica.

Y eso está genial: Marc Gené, quien ha estado involucrado en el desarrollo del modelo, cuenta que trabajaron bastante para conseguir un buen tacto de frenos. En este apartado, las levas del volante ayudan a la regeneración y puedes jugar con ellas para encarar zonas de curvas. 

También se ha colocado una dirección más rápida con nuevo software y componentes revisados y una suspensión DCC Sport más dinámica: las barras de torsión son más gruesas y los muelles, algo más duros. Ahora es más bajo que el estándar de la plataforma MEB: 15 mm delante y 10 detrás.

Me lanzo a la carretera con ganas de darle un buen zapatazo al acelerador: 326 CV suenan muy tentadores, y desde luego que no defrauda. 

Me parece que tiene más nervio y mordiente que el Cupra Tavascan, el primer modelo 100% eléctrico de Cupra (recuerda que el Born está ‘fuertemente’ basado en el ID.3) y el feeling es bastante más deportivo.

Y eso, por cierto, renunciando al sonido. Sí, ya sé que como podría sonar un Seat León Cupra de 2016 con Akrapovic no va a sonar, pero a mí en particular me gusta que no haya nada de por medio (en un eléctrico), por muy conseguidos que estén (me refiero al Ioniq 5N que ya hemos probado, aunque también a algunos modelos de gasolina que ‘suenan’ por los altavoces).

En autopista no deja de ser un eléctrico: suave, silencioso... antieficiente como todos. En ciudad, lo mismo, pero con la eficiencia por bandera. Aquí sacas partido de una buena salida de los semáforos para ser el primer en llegar al siguiente atasco, y también de buena visibilidad.

El freno, que siempre es la parte más crítica, aunque lo hayan retocado, sigue teniendo un recorrido algo largo e insulso para lo que te podrías esperar de un deportivo: cosas del paso de la frenada con regeneración a la de fricción...

Pero más allá de las autopistas y las avenidas, están las carreteras de curvas. No se puede olvidar que estás antes un compacto deportivo de casi dos toneladas, pero cumple bien.

Durante la prueba por los alrededores de la sede de Cupra pude disfrutar del Cupra Born VZ en su terreno predilecto: asfalto en buen estado y curvas, muchas curvas.

La batería tan abajo le ayuda a tener mucho aplomo y aunque a priori los neumáticos Bridgestone Turanza (lleva llantas de 20” forjadas) que monta no sean los más deportivos del mundo, no notas derivas si no pierdes el norte y van bien con este eléctrico.

De hecho, no pierde a compostura y en general el eje delantero es bastante preciso y obediente, lo que no deja de llamar poderosamente la atención por las inercias que tiene que soportar.

A cambio, el Born sigue ofreciendo un reparto de pesos casi perfecto de 48:52 que le ayuda a ir bastante neutro en zonas reviradas. 

En esta versión aparece la posibilidad de desconectar del todo el ESP (también hay un escalón Sport que, sinceramente no necesitas rebasar), por lo que si tienes manos y estás en circuito, podrás disfrutar de una dinámica bastante conseguida, especialmente si optas por el consabido modo Cupra que tensa todo.

Un interior discreto con asientos brutales

Cupra Born VZ (1)

La imagen del Cupra Born VZ no es demasiado llamativa. Sí que las llantas aportan un toquecito de picante, pero lo cierto es que tendrías que fijarte mucho para saber que es el tope de gama.

En el interior, más de lo mismo: el techo es de cristal de serie y el equipo de sonido es Senheiser (es la primera vez que firman esto). La pantalla crece de 12 a 12,9 pulgadas (eso es más de 2 cm extra de diagonal) y el salpicadero, que está muy ordenado y tiene líneas limpias, no destaca especialmente por su aspecto deportivo.

A cambio sí que tiene un detalle poderoso: los asientos CUPBucket que vienen de serie y montan el Formentor VZ y el León VZ Cup. Son cómodos, mucho, y me gustan no solo por su aspecto, sino porque recogen bien el cuerpo y no te machacan la espalda si estás mucho rato en ellos.

Una nueva era en la deportividad

Para terminar con esta prueba del Born VZ, creo que Cupra ha creado un modelo muy acorde a los tiempos que corren

Y es que en una era en la que los compactos deportivos de gasolina tienden a ir desapareciendo, con más que honrosas excepciones, los eléctricos se tienen que ir imponiendo sí o sí por ley.

Y ahí el Born VZ es donde aparece y se sitúa en una cómoda zona de confort en la que la deportividad apta para el día a día se mezcla con una dinámica bastante buena para tratarse de un peso pesado (literal) como este.

¿Te equivocas si te haces con uno? Solo si te crees que vas a poder ir detrás de un Cupra León 2024 sin perder ni un metro. Si lo que buscas es un día a día divertido y eléctrico, no te vas a equivocar.

Nuestro veredicto

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