Una vez BMW puso un motor V12 a un Z3

BMW Z3 con motor V12

Gustavo López Sirvent

Este loco invento de los ingenieros de BMW se produjo en 1999 y fue una ardua labor para ellos porque apenas había hueco en el capó. Además, el tener un espacio tan estrecho provocaba su rápido calentamiento. Finalmente no se llegó a producir y ahora se puede ver en el almacén de coches clásicos de la firma en Múnich.

El BMW Z3 (denominación interna E36/7) se fabricó entre los años 1996 y 2002. Aparte de ser el coche de James Bond en la película 'Goldeneye' fue uno de los roadsters más deseados de la época. Tuvo muchos y variados motores tanto de cuatro como de seis cilindros, pero a los ingenieros de Múnich les dio por investigar con este coche y probar a ver qué pasaba con un propulsor V12.

Todavía se conserva en el almacén de coches clásicos de la firma bávara y se puede ver cómo la compañía alemana no sólo le dio a su coche más pequeño el motor más grande, sino que también lo emparejó con su caja de cambios manual de seis relaciones, alargando su tren motriz.

Se le incorporó el motor V12 de 5,4 litros 'M73' de BMW, que ya se había quedado un tanto desfasado porque lo estrenaron los Serie 7 y Serie 8 en 1993. Aun así, tenía una potencia resultona con 326 caballos de fuerza y ​​489 Nm de par. A pesar de tener que soportar el peso de un motor tan grande, este Z3 sólo pesaba 1.406 kilos, aunque aceleraba de 0 a 96 km/h en 5,5 segundos.

Ahora bien, esta locura de los ingenieros les generó algún que otro problema, sobre todo a la hora de instalar el propulsor. Con el capó abierto, se puede apreciar que apenas queda espacio libre en todos los lados del motor. Sus creadores prescindieron de las cajas de admisión de aire tradicionales y las cambiaron por filtros cónicos simples, ya que no había más espacio material. 

La complejidad de la configuración de doble ECU de este propulsor provocaba que se calentara frecuentemente en su compartimento, con lo que había que parar el contacto cada 15 minutos, enfriar la ECU con spray y volver a arrancar, con lo que era un proceso un tanto farragoso para tener que estar haciéndolo a diario. 

Su construcción corrió a cargo de la División M, lo que provocó que este BMW Z3 V12 tuviera muchos elementos que ya montaba el Z3 M Roadster, como, por ejemplo, sus cuatro tubos de escape. Lo que le diferenciaba de éstos es que no tenía el sello M por ningún lado porque no iba a llegar a producción. Aun así, su color recordaba al de esa serie, con un naranja apagado.

Si te preguntas qué necesidad tenía la compañía germana de meterse en un lío como el que te estamos contando, te diremos que todo viene porque a la revista alemana Auto Zeitung se le ocurrió que podría ser un experimento con éxito, pero el coche no llegó a venderse. ¿Podría encajar en el portfolio actual de BMW? Nunca lo sabremos.

Lo que ´si podemos recordar es que en los años 80 y 90 la firma de Múnich realizó proyectos que se salieron de la norma habitual porque también hubo un BMW Serie 7 que incorporó un motor V16 'Goldfisch' de 6,6 litros, que tampoco llegó a fabricarse en 1987. Aquel motor tenía 350 CV y le daba una velocidad máxima de 250 km/h.

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