Humanos 1- Conducción autónoma 0: un estudio dice que conducimos mejor en estas circunstancias

Conducción autónoma Mercedes Drive Pilot

Gustavo López Sirvent

Un análisis realizado por Nature Communications refleja que los coches que aplicaron la conducción autónoma tenían cinco veces más accidentes durante el amanecer o el atardecer. En las curvas, la proporción era el doble que cuando conducía una persona. Todavía queda mucho por hacer con las 'máquinas'...

Los análisis que se hacen en torno al mundo de la automoción pueden ayudarnos a entender que ciertas tecnologías no están, ni por asomo, preparadas para tener una larga vida. O al menos eso se desprende de un estudio que refleja que la conducción autónoma tiene muchos más accidentes que la que se hace con humanos, que ya ganamos por 1-0.

La investigación publicada hace escasas fechas por Nature Communications analizó más de 37.000 colisiones de vehículos y encontró que las personas tenemos menos probabilidades de chocar en curvas o en situaciones de poca luz en comparación con la tecnología automatizada. 

Yendo más al grano, este examen reflejó que los vehículos que usaron la conducción autónoma tenían cinco veces más accidentes durante el amanecer o el atardecer. En las curvas, la proporción era el doble en comparación con los vehículos conducidos por humanos. Aproximadamente 35.000 accidentes que involucran a personas y 2.100 con sistemas automatizados activos.

Como buen estudio que se precie había que analizar todas las situaciones en carretera y se hizo hincapié en condiciones de poca luz. Ahí, sobresalen las limitaciones de las cámaras y sensores y la incapacidad de adaptarse a condiciones de oscuridad. En casos como las sombras de las primeras horas de la mañana o del final del día se confundían como objetos. 

Otro de los desconciertos para los algoritmos fue la luz que variaba, que provocó desorientación del sistema autónomo. Otro fallo más son los objetos que están en la sombra, que, en principio, tampoco los detecta. Se pudo comprobar cuando los coches frenaban tarde o no se detienen en absoluto para peatones o animales simulados, con lo que había colisión.

Repecto a situaciones transitorias en circulación rodada el sistema automatizado encontró problemas. Es probable que los sensores y las cámaras no detecten todos los obstáculos en un lugar tan denso de tráfico como una intersección. 

Asimismo, este análisis detecta que el 'robot' siempre ve la zona relativamente cercana a un vehículo. El contrapunto es clarificador porque una persona puede ver mucho más allá, como por ejemplo detectar un banco de niebla a casi un kilómetro de distancia y tomar medidas de precaución. La máquina seguiría la marcha sin más.

Se ha constatado al examinar las acciones tomadas antes de una colisión que la mayoría de los vehículos bajo control autónomo circulaban en línea recta y a velocidad constante antes de que se implementaran las maniobras de emergencia. Los coches conducidos por humanos se percataron de la situación y frenaron o cambiaron de carril antes de sufrir un golpe.

Para finalizar, debemos comentar que la lógica y la practicidad reflejan una conclusión concisa y contundente: Los sistemas de asistencia al conductor tal y como están configurados en la actualidad sólo sirven de ayuda, no para ser usados de manera frecuente. 

La automatización funciona a la perfección cuando conduce en línea recta, pero todavía está muy alejada de la conducción autónoma de nivel 4 en la que no haya ningún factor humano que intervenga. Deberán haber más estudios como el citado para que se llegue a ese punto.

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Etiquetas: Conducción autónoma, Técnicas de conducción, Tecnología