Superdeportivos de los que probablemente no hayas oído hablar jamás

Weber F1

Gustavo López Sirvent

Te ofrecemos siete modelos que tuvieron poca repercusión en cuanto a ventas, pero que en cuanto a características técnicas bien se podrían comprar con las grandes marcas de ese segmento. Abundan los motores V8 e incluso proponemos uno híbrido que vio la luz en 2016.

Siempre con el afán de ir más allá, o donde nos dejen los coches de los que hablamos, buscamos en rincones y encontramos superdeportivos de los que o no has oido hablar o los has escuchado de refilón sin prestar atención. Se alejan de los míticos modelos de este segmento, a pesar de que alguno de ellos podría igualarles en prestaciones. 

Te dejamos estos siete ejempos de automóviles con los que disfrutar de una buena carrera, aunque tan sólo sea la que te ofrecemos a través de los párrafos de este artículo:

Wiesmann GT MF4-CS

Wiesmann GT MF-4

Se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2013. Se trataba de una versión más desarrollada del GT MF4 de la que sólo se fabricaron 25 unidades (por los 25 años de la compañía). Este pequeño fabricante alemán redujo su peso en 20 kilogramos respecto al modelo anterior, lo que le permitía dar en la báscula un peso de 1.350 kilogramos.

El bloque mecánico instalaba un motor V8 de 4.0 litros con 420 CV (el anterior tenía 407). Su aceleración de 0 a 100 km/h la hacía en tan sólo 4,4 segundos su velocidad máxima era de 293 km/h. Estaba a la venta por algo menos de 200.000 euros antes de impuestos. Además, cada modelo llevaba grabado su número de serie en la palanca de cambios y en una placa.

Lyonheart K 

Lyonheart K

La firma Classic Factory se inspiró en el Jaguar E-Type para fabricar el Lyonheart K 2013. Fue una edición limitada de 250 unidades que costaba unos 350.000 euros antes de impuestos. Con una línea deportiva, era un coche de dimensiones generosas dentro de su segmento (4,74 metros de longitud).

Debajo del capó montaba un motor sobrealimentado Cosworth V8 5.0 con una potencia máxima de 575 CV. Su aceleración de 0 a 100 era de 3,9 segundos y su velocidad punta llegaba a 300 km/h. Empezaban entonces las pantallas táctiles para el control de gran parte de sus funcionalidades.

KTM X-Bow GT

KTM X-Bow

A pesar de que a la marca se le conoce más por las motos que por los coches, también fabricó automóviles. En concreto, un biplaza en el que su chasis estaba fabricado en carbono y aluminio, medía 3,7 metros de largo y 1,9 de ancho, y pesaba tan sólo 847 kilos. 

Su propulsor era un 2.0 TFSI procedente Audi capaz de entregar hasta 299 CV. Además, una caja manual de seis velocidades. Tenía una aceleración de 0 a 100 en 4,4 segundos. Su precio de venta al público giraba sobre los 100.000 euros.

Weber Faster One

Weber Faster One

En su momento fue el coche de producción más rápido del mundo. Diseñado por un equipo de ingenieros que trabajó en el equipo BMW Sauber Petronas de Fórmula 1, equipaba un motor V10 capaz de ofrecer 1.200 CV. Hacía de parado a 100 km/h en menos de 2,5 segundos (de 0 a 200 en sólo 6,6 segundos). 

El chasis estaba fabricado en fibra de carbono, montaba una transmisión de seis velocidades y la velocidad máxima superaba los 400 Km/h. Su precio rondaba el millón de euros.

Covini C6W

Covini C6W

Covini, el fabricante italiano de coches deportivos, se asoció con PMI Spa para crear la versión de producción del espectacular Covini C6W, un deportivo de seis ruedas, que presentaron en 2008 en el Salón del Automóvil de Bolonia. Además, se inspiró en el Tyrell P34, un Fórmula 1 de los años 70.

Montaba una tracción trasera y se movía gracias a un motor Audi de 4.2 litros con 440 CV con una transmisión manual de 6 cambios. Su velocidad máxima era de 300 km/h.

Shayton Equilibrium

Shayton Equilibrium

Fue diseñado por Andrej Stanta y Dominik Cernelic, cabezas visibles de esta desconocida compañía eslovena. Su diseño recuerda a otros superdeportivos de Pagani o Koenigssegg. Además, este fabricante sólo produjo unas 20 unidades y su precio también se aproximó al millón de euros.

El Equilibrium equipaba un motor V12 que movía la friolera de 1084 CV y 930 Nm de par máximo con el que era capaz de superar la barrera de los 400 kilómetros por hora. Además, aceleraba de 0 a 100 km/h en tan sólo 2,9 segundos y el 0 a 200 km/h en 8,5.

Arash AF10

Arash AF-10

Aunque su modelo primigenio se lanzó en 2010, seis años después llegó una barbaridad de deportivo que, además, montaba un sistema híbrido de propulsión de más de 2.100 CV. Además, para los amantes de la gasolina ofrecía la versión AF8, con motor de ocho cilindros y menor potencia.

Su corazón tenía un motor V8 de 6.2 litros sobrealimentado por compresor. Desarrollaba unos 912 CV y 1.200 Nm, que trabaja junto a cuatro motores eléctricos que en total desarrollan 1.196 CV y 1.080 Nm. El resultado era potencia máxima combinada de 2.108 CV y un par motor de hasta 2.280 Nm. Aceleraba de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos y tenía una velocidad punta de 323 km/h.

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Etiquetas: coches potentes, Superdeportivos, Coches raros