Los secretos del Bugatti Tourbillon y su cuadro de instrumentos

Bugatti Tourbillon

Tanto el volante como el cuadro de instrumentos y la consola central del Bugatti Tourbillon son una absoluta obra de arte. ¡Y hoy te contamos sus secretos!

El Bugatti Tourbillon ha impresionado al mundo con su diseño. La presentación del hiperdeportivo ha sido todo un acontecimiento que ha suscitado mucho interés sobre su mecánica, estética y todo tipo de elementos y novedades que se incorporan en el bólido.

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Aunque quizá, el interior es uno de los aspectos más curiosos de este Bugatti. Más si cabe, en plena época de digitalización. En un mundo donde la tecnología se resume a grandes pantallas multimedia y muchísima conectividad. Pero no es el caso, porque aquí se busca la elegancia y el placer de la conducción.

Relojes analógicos y un nombre muy acertado

Bugatti Tourbillon

El Tourbillon es un mecanismo relojero que nació a finales del siglo XVIII. Su objetivo es contrarrestar el efecto de la gravedad sobre sus componentes mediante un volante enfrascado en un armazón que puede compensarse mediante una pequeña rotación.

Actualmente, este sistema se reserva a relojes de lujo y normalmente, el mecanismo intenta mantenerse a la vista en la esfera para apreciar su precisión. Algo que ocurre de igual manera con el cuadro de instrumentos del nuevo Bugatti Tourbillon.

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Todo el conjunto está construido en titanio y pesa menos de 700 gramos. Posee más de 600 componentes y, por supuesto, contará con presencia de piedras preciosas. Un detalle que permitirá a Bugatti personalizar al máximo los coches de sus clientes con zafiros, rubíes, esmeraldas... O diamantes.

El dial del centro incluye velocímetro y contador de revoluciones con dos agujas diferentes que, combinadas, se asemejan a un reloj. A la izquierda tenemos los indicadores de temperatura, combustible y voltaje de la batería. Y a la derecha, el medido de potencia del motor V16 atmosférico de 8,3 litros hasta los 1.000 CV.

Bugatti Tourbillon

No solo esto. El aro del volante gira independientemente del centro y el cuadro de instrumentos, otorgando al conductor una sensación de ingravidez. Un elemento que se ha visto muy pocas veces en la historia del mundo del motor.

Y finalmente, la consola central a doble altura cuenta con un pilar de fibra de carbono y elementos de aluminio incrustados en la estructura de cristal de zafiro. Ahí es donde encontramos toda la botonería física del coche, como los botones de control multimedia, el arranque, el selector de cambio y controles variados.

En la parte superior, puede aparecer una pantalla multimedia de forma vertical que rota para colocarse en disposición horizontal. Su uso no es obligatorio y en palabras de Mate Rimac, se colocó debido a motivos de homologación en Estados Unidos, donde se debe equipar actualmente a los coches con cámaras de visión trasera.