¿Recuerdas cómo sonaba el motor V12 del Bugatti EB110?

Gustavo López Sirvent

Un canal de Youtube nos refresca la mente de cómo era la acústica de este superdeportivo, que vivió a la sombra de otros hermanos de la casa como el Bugatti Chiron o el Veyron. Su propulsor de 3.5 litros con cuatro turbocompresores y 560 CV sonaba a melodía para los dioses...

Vivir a la sombra de otros que decían que eran mejores que tú (Veyron y Chiron), a sabiendas que gracias a ti llegaron a ser alguien, debió ser duro. El Bugatti EB110 fue el patito feo, la oveja negra, el olvido consciente que fue la base sobre la que se sentó el presente de los hiperdeportivos de Molsheim.

Se llamó EB110 por las iniciales de Ettore Bugatti y el número por los 110 años desde el nacimiento de Ettore Arco Isidoro Bugatti en 1881, un homenaje que se llevaría a cabo en 1991. 

Siempre ha habido diamantes olvidados que tenían detrás a genios del diseño y este deportivo no lo fue menos. Participaron en su producción Marcello Gandiani, diseñador de los Lamborghini Miura, Countach y Diablo; Paolo Stanzani –exingeniero de Lamborghini– y jefe de ingeniería del proyecto; y como director técnico, Nicola Materazzi, diseñador del Ferrari F40, el 288 GTO y el Lancia Stratos.

Este Bugatti fue el primer coche en tener un monocasco de fibra de carbono, varios años antes que el McLaren F1. Se fabricaron cinco prototipos de preproducción que rodaron miles de kilómetros por el Círculo Polar Ártico, desiertos o circuitos como Monza. Algunos de los prototipos aún ruedan en Italia, con afortunados individuos como propietarios.

Y aquí es donde queríamos llegar. El canal de YouTube NM2255 publicó un vídeo en el que un EB110 de 1994 de esos pocos afortunados, anduvo rodando por las carreteras de Italia. 8.700 rpm de pura poesía sonora gracias a su motor V12 de 3.5 litros, con cuatro turbocompresores, 560 CV de potencia y 611 Nm de par motor.

Todo comenzó con la prueba de potencia, para la cual el Bugatti fue asegurado mediante varias cinchas y anclado sobre los rodillos. Fue entonces cuando esta joya de la tecnología con cuatro ruedas exprimió al máximo todo su poderío mientras las casas colindantes no daban crédito a lo que oían, que era el rugido de este superdeportivo.

Una vez se echó a la calle dejó boquiabiertos a las pocas personas que se encontró por su camino, ya que, a pesar de no poder alcanzar su velocidad máxima (348 km/h), sí que dio acelerones con rápidos cambios de marcha que provocaban lo que algunos podrían llamar bramidos y otros llamarían melodía para los dioses.

Según se comenta en la grabación, este vehículo tiene esta acústica debido a que el propietario decidió suprimir los silenciosos del escape con lo que siempre quedará en el recuerdo ese sonido que era irrepetible y que sólo unos cuantos privilegiados en el mundo pueden disfrutar.

Aunque si te das una vuelta por Google podrás observar que todavía quedan modelos del EB110 a la venta. Eso sí, prepara muchos miles de euros porque da igual los kilómetros que tenga su odómetro. Lo importante es poder disfrutar de un superdeportivo que, muy a pesar de sus fabricantes, fue un gran coche eclipsado por otros que llegaron después.

También tendrás la opción de subastas, pero ahí sí que no serán cientos de miles, ahí pasamos a hablar de cifras de seis ceros. Sólo estate atento a esta, tu revista, y echa el Euromillón.

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