¿Cómo se fabrica el Mercedes-AMG One?

Mercedes-AMG One

Gustavo López Sirvent

La sociedad que forman Mercedes y AMG cuidan al mínimo detalle cada elaboración de este hiperdeportivo que se hace a mano en dos partes: por un lado la carrocería y el coche en sí (en las instalaciones de AMG en Coventry, Inglaterra); y por otro el motor híbrido (que se ensambla en Brixworth), del que se encargan los mismos ingenieros que desarrollan el corazón del monoplaza del Fórmula 1.

Hace unos meses publicábamos en esta tu revista, que un empresario portugués estuvo siete años esperando a que le entregaran su Mercedes-AMG One. Quizás por el retraso que tuvo en la producción del motor 1.6 de gasolina, quizás por cómo se hace, pudieron retrasar la entrega. Por este motivo, te vamos a contar cómo se fabrica el hiperdeportivo híbrido de la firma de la estrella.

Si eres habitual de nuestra web ya sabrás (y si no te lo contamos) que este coche mueve la escalofriante cifra de 1.063 CV, que tiene un valor de tres millones de euros (el futbolista Haaland compró uno por 3,2 millones) y que tan sólo se han elaborado 275 unidades. Y si todos estos datos no fueran suficientes, te narramos además de la manera en la que se ha cocinado.

Los grandes escultores, si por algo destacan, es por hacer sus reaciones a mano. Por esta razón, la sociedad que forman ambos constructores quiso mostrar su poderío ensamblando pieza a pieza este vehículo tan especial. 

La carrocería, chasis y piezas del automóvil se arman en las instalaciones de AMG en Coventry (Reino Unido). Por otro lado, el tren motriz híbrido con sus cuatro motores eléctricos se confecciona en la planta de Mercedes‑AMG High Performance Powertrains en Brixworth, que a la sazón vienen a ser los mismos ingenieros que se encargan de elaborar el motor del monoplaza de Fórmula 1.

Como la casa siempre se empieza por los cimientos, AMG decidió asociarse con Multimatic para levantar unas instalaciones de producción a medida. En esta factoría, cada modelo ha de pasar por 16 estaciones de montaje en un proceso que la propia compañía se atreve a decir que un reloj de lujo tiene pasos similares al de este vehículo.

Para llevar a cabo esta obra de arte con ruedas se necesita mucha gente para que todo sea perfecto. Así las cosas, más de 50 trabajadores están involucrados en la producción de un Mercedes-AMG One. El siguiente proceso al haber acabado su fabricación es probarlo. Se lleva a un circuito de pruebas y el piloto que lo conduce da el visto bueno (o no) para que le den el toque final.

Con todo hecho, este tesoro automotriz se cubre en una película protectora y se transporta en un camión cerrado hasta la sede de AMG en Affalterbach. Es en esa ciudad alemana donde el nuevo dueño recibe las llaves de su deportivo y, a su vez, es informado de todas las características técnicas del vehículo a cargo de los expertos de AMG One para descubrir las entrañas del coche.

El Mercedes de carretera más salvaje que jamás haya llevado la estrella de tres puntas en su frontal monta su motor de combustión V6 monoturbo capaz de mover 566 CV y ​​funciona a 1.200 rpm, una cifra muy baja si lo comparamos con el propulsor del monoplaza de Fórmula 1, que trabaja a 5.000 rpm. 

En cuanto al cuarteto de motores eléctricos, hay uno para cada rueda delantera para generar una potencia combinada de 322 CV. Un tercer propulsor eléctrico está junto al motor térmico y envía 161 CV al cigüeñal; y el cuarto está conectado al turbocompresor para agregar 121 CV a la combinación final.

Por último, destacamos la batería de iones de litio de 8,4 kWh con suficiente energía para tener una autonomía eléctrica de 18 kilómetros, mientras que la transmisión manual automatizada de siete velocidades se desarrolló particularmente para este hiperdeportivo.

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