9 tecnologías que hemos visto en Le Mans y en los coches de calle
Muchas tecnologías de los coches de calle provienen o han sido probadas en competición. En el caso de las 24 horas de Le Mans, aquí tienes nueve ejemplos que se han visto en esta prueba y en los coches de producción.
Se dice que la competición es el campo de pruebas del automovilismo de carretera y no es una mentira. Muchos elementos que nuestros coches incorporan actualmente nacieron en los circuitos o se han probado en ellos. Por ejemplo, aquí tienes 9 tecnologías que hemos visto en Le Mans y en los coches de calle.
Si nos paramos a observar todos los avances que han tenido a la competición como parte de su desarrollo, no podemos evitar quedar sorprendidos. Por supuesto, muchos elementos tienen que ver con el rendimiento y la eficiencia de los motores, pero no solo en ello se centran los ejemplos de esta lista.
Aerodinámica
Hoy en día, la aerodinámica manda en los circuitos, ya que cada décima de segundo cuenta. En 1925, sin embargo, no se tenía tanto en cuenta hasta que Bentley se enfrentó al Chenard & Walcker Tank y su carrocería pensada para ofrecer menor resistencia al aire. Desde entonces, es un elemento fundamental en los coches de carreras y de calle.
Diésel
Ver un diésel en competición no es lo normal, pero en 2006 cambió la percepción de este combustible con el Audi R10 TDI que ganó en Le Mans con este combustible. La competición ha servido desde entonces para ayudar a desarrollar elementos como los filtros de partículas, aunque ahora este tipo de motores hayan sido demonizados…
Discos de freno
En realidad, llegaron hace 122 años, pero tuvieron un punto de inflexión en la década de 1950. Entonces, ya podían aguantar una carrera de 24 horas, de manera que Stirling Moss los usó en su Jaguar XKC 003, logrando un segundo lugar y victorias en años posteriores. En los Jaguar de calle, los discos de freno empezaron a ser un extra en 1958.
Luces antiniebla
En 1926, Pierre Marchal dirigía una compañía de fabricación de luces y convenció al fabricante Lorraine-Dietrich para colocar luces antiniebla bajo los faros normales para combatir la niebla en algunos compases de las 24 horas de Le Mans. Esto aportó más visibilidad y le dio la victoria a la marca aquel año.
Tracción delantera
En las primeras décadas del siglo XX, los coches con tracción trasera eran la norma, pero en 1927 cambiaron algunas cosas. Un hombre de negocios llamado Fenaille patrocinó al piloto e ingeniero Gregoire en su proyecto Tracta, un coche de tracción delantera que acabó séptimo en Le Mans. Poco después, la idea la adoptó Citroën y hoy es habitual en los coches de calle.
Inyección de combustible
El Audi R8 ganó en 2001 por su motor V8 biturbo con tecnología de inyección directa de combustible, ya que se insertaba el combustible directamente en la cámara de combustión. Esto ayudó a mejorar la respuesta y a reducir los consumos.
Hibridación
La hibridación comenzó a finales de los 90 con el Toyota Prius original y, aunque no fue un éxito rotundo, ahora es una fórmula muy popular. También es así en competición, con Toyota ganando en Le Mans con el GR010 en varias ocasiones con el equipo Toyota Gazoo Racing.
Faros
Las luces en Le Mans han sido cruciales desde siempre, así que desde hace décadas se buscan nuevas formas de mejorar la iluminación en las tandas nocturnas, sin que ello repercuta negativamente en el peso. Por ello, tecnologías como el halógeno, Xenon y las luces LED han sido probadas para ofrecer eficiencia y una gran resistencia.
Asfalto
Si bien el asfalto como tal no se inventó en competición, sí tuvo que ver. Le Mans se corría básicamente en un circuito de tierra en 1923, pero en tres años se cubrió con una mezcla de tiza, betún y gravilla cubierta de alquitrán. Básicamente, una fórmula muy parecida a la que encontramos en el asfalto actual.
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